Tus ojos me enseñaron algo más que solo un beso,
me enseñaron a abrazar y llorar al mismo tiempo,
que tomar tu mano es mejor que llorar en mi soledad
y lo bien que se siente al brisa al amanecer.
Las astillas de los sueños rotos de mi alma ya no importan.
La luz de tus ojos lo alejo para siempre
… y siempre
… y siempre.
No podría decirte gracias y te quiero sin llorar.
miércoles, 7 de noviembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario